domingo, 19 de marzo de 2017

comentario de The reader

“The reader” es un filme dirigido por Stephen Daldry, estrenado en 2008. Basado en la novela de Bernhard Schlink “Der Vorleser” (El lector), publicada en 1995.
Esta era una novela autobiográfica sobre un adolescene que vive un romance con una mujer adulta, que después de un tiempo desaparece repentinamente. Estos dos se reencontrarán en el futuro en un juicio contre criminales nazis de la Segunda Guerra Mundial, en el cual ella es juzgada y él acude de espectador como proyecto de la carrera de derecho que cursa.

La mayor parte de la película es una largo flashback, en lugar de una historia real con saltos en el tiempo, por lo que el inicio de la película nos sitúa en un “presente”, año 1995, en la ciudad de Alemania, concretamente en el piso de Michael Berg.

Es aquí cuando apreciamos el primer flashback, en el que el protagonista se abstrae, de camino a su trabajo, recordando un episodio de su adolescencia.
Durante este paréntesis en el tiempo la acción nos transporta a Neustadt en el 1958 (Alemania después de la Segunda Guerra Mundial) , en este año, Berg es un joven de 15 años que un día de camino a su casa cae enfermo y es ayudado por una mujer adulta, Hanna Schmitz, que acompaña al joven a su casa. A Berg lo visita un médico que le diagnostica una enfermedad, la cual le obligará a guardar reposo durante una temporada. Una vez curado vuelve a la casa de Hanna para agradecerle su ayuda.

A partir de esta visita de agradecimiento ambos inician un extraño e intenso romance que poco a poco irá evolucionando y se verá como se enamoran. Ademas Hanna comienza a darle más importancia al hecho que Michael le lea fragmentos de novelas que al al deseo sexual.
Por lo que la historia amorosa se vuelve más intensa. Hasta el punto en el que ambos realizan un viaje en bicicleta durante un fin de semana. Tras el regreso de este viaje la protagonista es ascendida en su trabajo y desaparece repentinamente.

Esta sería la parte inicial de la película a la cual personalmente no le veo mayor importancia que la presentación “íntima” de los personajes ya que se muestran sus sentimientos y su carácter.


Luego la película hará su segundo flashback. Ocho años más tarde, en 1966, Michael comenzará a estudiar Derecho en la Universidad de Heidelberg. Como actividad de la carrera, él junto sus compañeros acuden como espectadores a unos juicios contra criminales nazis, concretamente unas guardianas de Auschwitz, antiguas agentes de la SS, acusadas de la muerte de 300 mujeres judías durante el incendio en una iglesia en la que estaban a pasar la noche al ser evacuadas del campo de concentración en el que se encontraban. Entre esas acusadas se encontraba Hanna.

Durante la acusación Ilana Mather y su madre son os principales testigos, ya que son las únicas supervivientes del incendio. Estas señalan como culpables a todas las imputadas. Además también las acusan de la elección selectiva de prisioneras para enviarlas a cámaras de gas o para someterlas a otro tipo de muerte.
Aquí, solo Hanna admite todo lo que ha hecho y las otras imputadas niegan haber participado culpabilizándola a ella de todo. La acusan de ser la responsable de todos esos crímenes y la señalan como una “jefa” para ellas. Ademas también la culpan de ser la autora de la redacción del informe que firmaron todas tras el incendio. Ante todas estas acusaciones Hanna defiende que todas eran iguales, que todas contaban con la misma responsabilidad.

Pero el problema llega cuando el juez le pide una muestra de su caligrafía para corroborar así su inocencia, pero esta ante la vergüenza de que todo el mundo fuese conocedor de su analfabetismo, se niega, y prefiera declarase autora del documento.

Finalmente es declarada culpable y condenada a cadena perpetua, mientras que sus otras compañeras simplemente son condenadas a cuatro años de prisión.

En esta escena, núcleo del filme, podemos observar, las actitudes más odiosas, repulsivas y atemorizantes de los seres humanos. Ya que se puede ver la frialdad y la poca importancia que le dan una serie de personas al acto de acusar a una persona de algo que no es real ni veraz, pareciendo que quedan libres de cargos de conciencia. Se refleja el egoísmo humano, que nos lleva a ser capaces de acusar al otro por salvarnos nosotros mismos, haciendole daño y en este caso arrebatándole la vida. Y por otra parte se refleja el orgullo, en el caso de Hanna, lo cual ya en el principio de la película se observó que era uno de sus rasgos caracterizadores. Pero durante el juicio se observo perfectamente, mostrando la dureza y la debilidad humana de motrarnos tal y como somos, de revelar nuestra identidad real, de reconocer nuestros problemas.

Toda la descripción anterior se refiere al juicio tal y como lo vivió Hanna, pero podemos olvidar en estas escenas a Michael. Cuando ella se niega a dar una muestra de su caligrafía, Michael se da cuenta de lo que pasa, así que acude al profesor Rolh y le dice que tiene pruebas para demostrar la inocencia de una de las imputadas.
Por lo que en la actitud de él se ve perfectamente que todavía siente algo hacia Hanna especialmente cuando habla con su profesor para intentar librarla de la acusación.

Posteriormente comienza la parte final. Una serie de escenas en las que Michael ya es un hombre adulto que se casa y tiene una hija, Julia. Tiempo después se divorcia de su mujer y se distancia tanto de ella como de su propia hija, pareciendo olvidarlas. Aunque de quien no lo hace es de Hanna. Esto se ve cuando decide ir a verla a prisión, sin embargo en el momento antes de entrar se arrepieste y se va, estando Hanna ya en la sala de visitas esperando recibirlo.

Después de esta visita que nunca se llegó a realizar, Michael encuentra los libros que solía leerle a Hanna y decide grabar aquellos fragmentos que más le gustaban a ella y enviarselos. Gracias a estas grabaciones, Hanna aprende a leer sola y posteriormente comenzará a escribir.

Las posteriores escenas muestran a un Michael Berg infeliz, un poco resentido con la vida, que ha huído de su propia familia, es decir de su madre y de su hija tras el divorcio. Pareciendo esconderse tras la amargura y soledad, y convirtiendose en una persona a la que no le importaba nada más que si mismo.

Después, la película nos sitúa en 1988. Año en el que una funcionaria llama a Berg para informarle que Hanna será liberada y pedirle que colabore en su proceso de reinserción, así que acude a verla a la cárcel una semana antes de su liberación. En este reencuentro podemos ver que, a pesar del todos los años que han pasado y todo lo sucedido, ambos siguen sintiendo algo, pero no simplemente  se ven rastros de un amor pasado si no que se ve un poco de rencor por parte de Michael por la actitud que había tenido Hanna durante el juicio, por el orgullo que mostró, sino todo habría sido diferente.

Una semana más tarde Michael acude a la cárcel a buscarla, pero se encuentra con una sorpresa, una funcionaria le dice que Hanna se ha suicidado, se ahorcó en propia celda. Las funcionarias lo acompañan a su celda y allí él puede leer una nota en la que le desea a Michael un buen futuro y le pide también que le entregue una lata con dinero a Ilana, la prisionera judía que se salvó del incendio.
Michael viaja a Nueva York para encontrarse con Ilana y entregarle el dinero, que será destinado a una asociación dedicada a la erradicación del analfabetismo.

Por último, la escena final nos muestra a Michael y a Julia, su hija, enfrente de una iglesia, que ya había aperecido en una escena anterior, durante el viaje en bicicleta que realizaron Hanna y Michael, y allí le enseña la tumba de Hanna y comienza a contarle toda la historia.



En resumen, “The reader” es una película realmenete interesante. Muestra una historia que mezcla la posguerra en Alemania de la II Guerra Mundial con un extraño romance que muestra una compleja continuación en el tiempo, con la que gana puntos y no se queda en una simple historia.

La película gana su mayor importancia al llegar el juicio sobre los abusos de guardianas nazis a mujeres judías en campos de concentración. Aquí la película hace referencia a la crueldad del régimen, pero también destaca la hipocresía del público que se encuentra en la sala al escandaliza cuando escuchan los testimonios de las guardianas, ya que se sorprenden al escuchar algo de lo que fueron testigos mudos en un pasado.







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